Por Jennifer Mota
Si paseas por los museos de arte más populares, como el Louvre o el Museo Metropolitano de Arte, una cosa es evidente: la inmensa eliminación del arte y los artistas negros —y aún más de la experiencia afro-latina, que no puede detallarse en una narrativa singular. Lo mismo ocurre de manera abrumadora en espacios de arte latino de nicho. Aunque existen artistas negros en América Latina y su diáspora, su presencia rara vez se refleja en galerías y exposiciones principales. Al igual que en otros aspectos de la vida y la cultura, las referencias negras en el arte latino tienden a ser desestimadas.