Por Daniel Gigena
Una retrospectiva de la artista Romina Orazi (Trelew, 1972) en la galería Praxis (Arenales 1311) agrupa reversiones de obras canónicas de la pintura nacional –El rodeo de Prilidiano Pueyrredón, La cascada del Iguazú de Augusto Ballerini, La vuelta del malón de Ángel Della Valle y Sin pan y sin trabajo, de Ernesto de la Cárcova, que integran la colección del Museo Nacional de Bellas Artes-, la monumental Incendios (de diez metros de largo, que se pudo ver en el CCK en 2021), cerámicas, troncos quemados e intervenidos con escenas coloridas. En Partículas del fuego, que ocupa dos pisos de la galería, hay además una instalación con el sonido de una motosierra que se abre paso en un bosque.
La muestra incluye trabajos de distintos periodos, como los “remixes” de clásicos del arte nacional; a la emblemática escena de Sin pan y sin trabajo, que registra la crisis social en el seno de una familia, se suma el impacto ambiental. “La idea de estas piezas es empezar a pensar la idea que manejamos de progreso y cómo este afecta el paisaje y la naturaleza -dice Orazi a LA NACION-. En 1900 comienza la época en que el paisaje pampeano empezó a industrializarse; por eso me gusta hacer el antes y el después de estas formas de pensamiento comunitarias. Si hubiéramos adoptado otra idea de progreso, que no es intrínsecamente malo, quizás hoy tendríamos otra relación con el agua, con el paisaje”.