Por Laura Feinsilber
Actualmente Barreda expone en Praxis Intemperie, curaduría de Mariana Rodríguez Iglesias, Un título que alude a la vulnerabilidad humana, la exposición a la incertidumbre y la falta de refugio tanto físico como existencial.
¿Cómo se traduce esto en su imagen? Con el rigor de siempre, ya que Barreda es exigente consigo misma y sus búsquedas para mostrar algo diferente y no repetirse. No hay dípticos ni polípticos, la imagen es un ensamble de entrelazamientos que permiten una lectura más directa, pero a su vez más compleja. Barreda detecta formas a través de las líneas, hay cierta iridiscencia en los triángulos que aparecen y a los que recurre para mostrar el aspecto dionisíaco del color, en cierta forma , emocional.