La exposición, que incluye collages, esculturas de Argentina y del cine que juntos examinan cómo se construyen las imágenes y se crea el género.
“El cuerpo femenino ha sido, y sigue siendo, sistemáticamente condicionado a responder ante arquetipos de belleza y juventud muy definidos. En mi obra, observo esto e intento reducirlo, y a la vez complejizar esto aún más; las figuras femeninas se revelan, se queerizan, sufren, se divierten y se acompañan en el proceso de desmantelar el ojo (masculino) hegemónico y su violencia intrínseca hacia los cuerpos oprimidos”, expresa Pinchiero.
La muestra es una instalación de casi 5 metros por 2 metros y medio, que resguarda figuras recortadas de estatuas clásicas y modelos de vida. Allí hay una reflexión profunda sobre la belleza clásica, la creación artística, desafiando la dicotomía entre ser adorado y ser amado. Estará abierta al público en Praxis New York hasta el 9 de marzo.