En la nueva exposición de Sofía Quirno en Praxis hay una pintura titulada Atado con alambre (2018). Este lienzo cuadrado de 48 pulgadas muestra lo que parece ser una almohada color aqua atada con un cordel a una tubería azul, mientras que un objeto negro indistinguible se asienta en el primer plano. Aproximadamente traducido como “atado con alambre,” el título se inspira en un dicho español que connota un objeto que apenas se mantiene en su lugar, como si estuviera improvisado con una solución temporal y ad hoc.
Es una buena metáfora para el trabajo de esta artista nacida en Argentina y radicada en Nueva York. Combinando objetos cotidianos de maneras lúdicas, las pinturas de Quirno a menudo parecen estar atadas con alambre. Esta es una de sus características más destacadas.
La exposición reúne aproximadamente una docena de nuevas pinturas, dibujos e instalaciones específicas para el sitio. El título de la muestra, “Cabezas y Colas,” hace referencia a lo que Quirno considera un “estado intermedio” en el que habita su trabajo.
“El arte, para mí, es un espacio de posibilidad,” dice. “El tipo de imágenes que creo existe en un espacio intermedio, donde hay objetos que parecen reconocibles, pero no siempre son fáciles de definir. Cuando lanzas una moneda al aire y aún no ha revelado si va a caer en cara o cruz, hay todas estas posibilidades en el medio, todos estos mundos disponibles. Se trata de la idea de que no tiene que ser uno u otro; no tiene que tener una definición.”